carencia...de casi todo

miércoles, octubre 04, 2006

Repugnante coincidencia

“Camino por el parque, mi hogar favorito. Ellos me miran un tanto sorprendido y asustados, mi aspecto les provoca asco, sus emociones son el impacto que yo provoco en ellos, pero su actuar me parece tan extraño porque no forma parte de mi fascínate realidad”


Diana Ávila

La ultima y nos vamos

Las sencillas discrepancias con mi alter ego me recuerdan quien soy.

Las citas a ciegas nunca lo son en realidad.

Entre oriente y occidente prefiero congelarme en el polo norte.
Un sinónimo de la mujer es la desgracia.

La costumbre y la mediocridad son primas hermanas.

Nunca pierdo el tiempo pensando en una mujer… prefiero su abrupta compañía.
Mi tarjeta de presentación viene acompañado de la nada.


Los eruditos (léase intelectuales) dice que saben y se la pasan repitiendo lo mismo el resto de sus vidas.

¿Y si todos conocieran a Wittgenstein?
¿Y si leyéremos desde primaria a Parra y a Cortazar?
¿Y si paz hubiese sido mujer?
¿Y si Bukowski nunca hubiera probado el alcohol?
Cristo, Marx y uno dos tres por todos mis compañeros.

Nunca me empeño en ser primero, eso lo dejo para los hombres exitosos, prefiero ser el mejor último en todo. Pero eso si…el mejor.

Cuando por fin había encontrado una niña que leía con entusiasmo a Henry Miller, me acerque a ella con mira lasciva y sonrisa perversa, que de inmediato me desdibujo de un patadon en los huevos. ¿ Y Anais?

¡Salud! ¡Salud! ¡Salud!
Por todas las que hacen cinco minutos eran vírgenes…
¡Salud!

Martín Bonasso

lunes, octubre 02, 2006

EL UNIVERSAL 1 DE OCTUBRE DEL 2006